La obesidad es un problema que afecta a la sociedad de
hoy en día y cada vez es más común en la etapa escolar, donde cada día se
conocen más casos.
El 7% de los adolescentes obesos o con sobrepeso es
debido a causas biológicas, es decir, enfermedades como hipotiroidismo, etc.
Por otro lado el 93% restante se debe a factores sociales como son malos
hábitos alimenticios, estilos de vida poco saludables como el sedentarismo y
por la ausencia de ejercicio físico. El problema es sencillo, la ingesta
calórica diaria de estos chicos es mucho mayor que su gasto energético.
La mala alimentación como la bollería industrial y
productos de máquinas expendedoras y el sedentarismo causado en esta edad sobretodo
por el fomento de videojuegos o nuevas tecnologías son una causa que juega en
nuestra contra y está ganando terreno a una vida saludable desde jóvenes que
influirá en el resto de nuestras vidas.
Por ejemplo actualmente a muchos chicos de hoy en día si
le preguntas que si prefieren un “bollicao” o un bocadillo de jamón, muchos te
responderán que el “bollicao”, otro ejemplo es el de irse a jugar al fútbol con
los amigos o jugar al “FIFA” a través de la videoconsola, por lo que la
respuesta de “FIFA” también será enorme.
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CC-BY-NC-ND-2.0 Fuente: Michael Verhouef https://flic.kr/p/8hQBNR |
La obesidad en esta etapa de la vida puede tener efectos
muy negativos como pueden ser enfermedades: atrofia, enfermedades cardiacas,
diabetes… que aunque ahora no se tengan pueden aparecer en unos años
fácilmente. También puede afectar en las relaciones sociales, ya que algunos
chicos lo pueden rechazar por estar con sobrepeso o burlarse de él.
Para prevenir la obesidad y tener un bienestar físico y psíquico
la realización de actividad física regular y moderada puede tener un papel muy
importante. Todos los sistemas fisiológicos de nuestro cuerpo (cardiovascular,
inmunológico, metabólico, nervioso,…) llegan a su funcionamiento óptimo cuando
se mantiene un nivel adecuado de actividad física. La práctica de ejercicio
físico incorporado como un elemento rutinario más en la vida cotidiana
constituye una de las herramientas más útiles de las que disponemos para
mantenernos dentro de un rango normal de peso. Justamente la vida cotidiana nos
ofrece ocasiones en las que practicar actividades físicas saludables sin
necesidad de realizar explícitamente actividades deportivas para tal fin.
Desplazarse andando a los lugares a los que es necesario ir a lo largo del día
en vez de desplazarse en coche o autobús, elegir las escaleras en vez del
ascensor o realizar ciertas tareas domésticas serían buenos ejemplos de
actividades que suponen un ejercicio físico moderado y adecuado para los niños,
y que es posible realizar de forma cotidiana y sencilla.
Como conclusión y aporte del fútbol, nosotros en esta
unidad didáctica, para prevenir la obesidad, nuestro aliado será el fútbol, con
el cual pretendemos que los alumnos con sobrepeso sean participe del juego y se
sientan parte imprescindible del equipo, fomentando las relaciones sociales y
mejorando su motivación y autoestima, además de lo que implica para su mejora
la práctica de ejercicio físico.
CC-BY-SA-3.0 Fuente: Jarek Tuszynski https://goo.gl/4XvyyC |
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