Refuerzos positivos y negativos en el fútbol base
Buenos días, en la entrada de hoy
hablaremos sobre los refuerzos que le damos a nuestros jugadores en el fútbol
base, tanto positivos como negativos.
Hoy en día, no es extraño encontrarse
con un entrenador de fútbol base que su máxima aspiración es que su equipo gane
todos los partidos y cualquier cosa valga para conseguirlo.
Esto es una auténtica locura, en primer lugar porque los
objetivos de resultado respecto a las competiciones y el resto de los equipos
deberían estar prohibidas en las categorías inferiores. Esta aspiración de
ganar todo hace que la carga psicológica que les imprime a sus jugadores es
demasiado alta y el estrés generado convierta al fútbol en un deporte nada
divertido. Y en segundo lugar, porque cualquier método para
conseguirlo no es válido, con los niños hay una serie de reglas no escritas que
todos deberíamos cumplir.
En mi corta experiencia personal como entrenador, he
tenido que tratar y lidiar con un entrenador así, y lo peor de todo es que fue
en una de las canteras más importantes de España y desde la dirección de la
cantera tardaron 7 meses en darse cuenta del problema. El equipo (prebenjamín)
jugaba a un nivel insólito, me atrevería a decir que a un nivel de dos categorías
más a la suya, ahora bien, los niños de ese equipo iban a entrenar
atemorizados, raro era el día que algún jugador no lloraba durante un
entrenamiento o partido, e incluso los propios niños buscaban pretextos para no
ir a entrenar. Por suerte para los chicos, ese entrenador fue despedido, y yo,
que por aquel entonces estaba de segundo entrenador, pasé a primer entrenador.
Cómo sabía el estrés al que habían estado sometido los niños prepare dos
semanas de entrenamientos muy divertidos y amenos con el único objetivo de que
los chicos volvieran a disfrutar del fútbol. Cometí "locuras" a los
ojos de los niños y de los padres de ellos, poniéndolos a jugar en posiciones
que no eran las "suyas" pero que eran en las que deseaban jugar y seguimos
ganando los partidos por goleada a pesar eso (de esta experiencia me surgió la
idea de crear un blog sobre este tipo de cosas y me llevo a escribir la primera
entrada del blog referente a La posición del jugador en el fútbol base).
La conclusión que yo extraje de esa época, es que no
puedes estar gritándole y exigiéndole a un niño como si fuese un adulto, porque
antes o después el chico dejará de aguantar esa carga psicológica y abandonará
la práctica deportiva. Por ello configuré mi propio método de entrenamiento. Este método incluye también un sistema
de refuerzos tanto positivos como negativos muy simple:
Refuerzos positivos:
![]() |
CC-BY-SA-2.0 Fuente: Dennis Adair https://flic.kr/p/ihTmXv |
Al empezar con un equipo nuevo, reforzar positivamente la gran mayoría de
las acciones bien realizadas, tanto técnico-tácticas como actitudinales. Los
niños sobre todo hasta los 11-12 años están muy pendientes de agradar al
entrenador y a los padres, y cualquier tipo de gesto o palabra positiva les
vale para seguir esforzándose, además al ser una nueva figura para ellos en el
inicio deberás ganártelos, y un paso para conseguirlo es hacer que se sientan
bien entrenando contigo y reconozcas su esfuerzo.
Con el tiempo hay que intentar que no se conviertan en dependientes de ese
refuerzo y hacerlo con menos frecuencia, aunque nunca se dejará de hacerlo por
completo.
Estos refuerzos positivos bien pueden ser un pulgar arriba. una palmada en la espalda, un ¡Bien hecho!, etc. No soy partidario de llevar una libreta con una tabla en la que vamos poniendo si lo hace bien o mal, sería más correcto y más justo así por supuesto, pero esa libreta se convertiría en el diablo para los niños. Un aspecto importante a tener en cuenta es el momento en el que se da el refuerzo, en las categorías más bajas (hasta alevín) conviene dar el refuerzo inmediatamente después de haber realizado la acción.
Estos refuerzos positivos bien pueden ser un pulgar arriba. una palmada en la espalda, un ¡Bien hecho!, etc. No soy partidario de llevar una libreta con una tabla en la que vamos poniendo si lo hace bien o mal, sería más correcto y más justo así por supuesto, pero esa libreta se convertiría en el diablo para los niños. Un aspecto importante a tener en cuenta es el momento en el que se da el refuerzo, en las categorías más bajas (hasta alevín) conviene dar el refuerzo inmediatamente después de haber realizado la acción.
Refuerzos negativos:
Cuidado con este tipo de refuerzos, los chicos pueden ser muy susceptibles
y siempre que demos este tipo de refuerzo debe ir orientado a la mejora y al
esfuerzo. A un niño solo se le debe exigir más cuando sepamos que puede
conseguir lo que le estemos pidiendo y domine la habilidad. Si a un niño le
estamos aplicando refuerzos negativos constantemente lo frustraremos porque
tendrá la sensación de que haga lo que haga no consigue el objetivo que le has
marcado.
Siempre que nos sea posible, los refuerzos negativos los camuflaremos utilizando el Método sandwich:
Siempre que nos sea posible, los refuerzos negativos los camuflaremos utilizando el Método sandwich:
- Decirle algo que esté haciendo bien
- Decirle que mejore lo que está haciendo mal
- Frase de ánimo.
Al igual que los refuerzos positivos conviene darlos inmediatamente después de la acción.
Importante:
- Cuando un niño tenga un comportamiento que merezca un castigo, no lo pongas a correr o hacer algún tipo de ejercicio físico, eso hará que asocie la actividad física con un castigo y luego no quiera hacerlo por voluntad propia. Siéntalo durante un tiempo mientras ve cómo juegan sus compañeros y de esa forma mejorará su comportamiento.
- Es normal que tengamos predilección por algunos niños, pero no dejéis que eso haga que frustremos a los demás chicos. Intentad tratarlos a todo del modo más justo posible.
- Si el jugador realiza una acción mal, pero aun así consigue un buen resultado, no reforcéis positivamente. Se refuerzan objetivos de realización, no de resultado.
- Cuando los chicos adquieran madurez y alcancen la categoría de infantil, podremos dejar un pequeño espacio de tiempo (6-8 seg) desde la ejecución de la acción hasta que le aplicamos el refuerzo para que él mismo analice lo que ha pasado.
Espero que os haya gustado y
os haga reflexionar sobre el trato que damos a los niños.
Escrito por: Daniel Navarro
Nosotros en secundaria también utilizaremos estos refuerzos, ya que son muy útiles. Los refuerzos positivos que aplicaremos debemos aplicarlos de una manera óptima, ya que ha esta edad los alumnos no están tan pendientes de agradar al profesor y muchos buscan una superación personal dejando al margen otros aspectos como el compañerismo, que debemos evitar.
En cuanto a los refuerzos negativos como mi compañero estoy de acuerdo que la mejor forma es el método sándwich ya que en mi experiencia en prácticas en un instituto es la que mejor resultados a obtenido y siempre intentar aplicarlos inmediatamente después de la acción
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